Description

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La filiaci n biol gica no coincide siempre con la jur dica, de manera que para lograr dicha conexi n surge el principio de libre investigaci n de la paternidad que, tras diversos avatares, se encuentra amparado expresamente en el art. 39, 2 CE y recogido posteriormente en la reforma del C digo Civil realizada en mayo de 1981 y en la de la Ley de Enjuiciamiento Civil de enero de 2000. Pues bien, aunque la investigaci n de la paternidad est afianzada en nuestro ordenamiento jur dico, no es absoluta, de modo que si bien el legislador no puede prohibirla,'s que puede limitarla, en atenci n a otros derechos fundamentales de los sujetos implicados, como el de la intimidad personal y familiar, el de la tutela judicial efectiva o el de la estabilidad del estado civil. Pero, sobre todo, los supuestos m's relevantes de restricci n que analizaremos ser n los que provienen de la filiaci n derivada de la inseminaci n artificial heter loga (ex LTRHA) y de la ef mera acci n de impugnaci n de la paternidad por el marido (ex art. 136 CC), concluy ndose que deben cohonestarse los diversos intereses en juego aunque ello implique la quiebra de la relaci n entre filiaci n biol gica y jur dica.